1 Desayuno excelente
2 Personal excepcional
3 Vistas espectaculares

1 Subida empinada
2 Servicio de bar deficiente
3 Algunas instalaciones cerradas

el personal del restaurante trabaja en equipo para atender a los clientes rapidamente. el acceso al ascensor fue un problema con las maletas en el primer piso.

Esto me ha dejado con la boca abierta

Este hotel encantador ofrece una ubicación inmejorable, a pocos pasos del centro y con vistas espectaculares. Las habitaciones son acogedoras y cuentan con camas súper cómodas. Desayunos y comida de alta calidad, aunque un servicio en el bar fue decepcionante. En general, fue una estancia memorable y recomendaría regresar sin dudarlo.

El hotel está a un paso del puerto, ofreciendo vistas impresionantes de St Peter Port. Nos encantó pasear por los alrededores y disfrutar de la atmósfera. Además, el trato del personal fue excepcional. especialmente con tía, que siempre agradecía su amabilidad.

A mis hijos les hubiera gustado tener más actividades para ellos. Más opciones de entretenimiento familiar serían geniales.

la organización del desayuno no fue buena (me olvidaron las bebidas). pero la limpieza fue impecable y el aire acondicionado funcionaba perfectamente. además, la atención del personal fue excepcional y la cena was deliciosa (especialmente el pescado).

una experiencia inolvidable gracias al excepcional servicio y a los detalles únicos como el té orgánico incluido en la habitación

Me encantó la habitación tranquila y limpia con camas increíbles. El desayuno fue un verdadero placer, lleno de opciones deliciosas. El personal, siempre atento y amable, hizo que nuestra estancia fuera perfecta.

el servicio en el restaurante fue excepcional, con comidas deliciosas como el risotto de pescado. además, la limpieza y el detalle en mi habitación me hicieron sentir como en casa.

el control de la temperatura de la habitación falló.

Las vistas desde mi habitación eran impresionantes y la comida fue realmente deliciosa, especialmente el risotto de mariscos. Sin embargo, el desayuno dejó mucho que desear, ya que las bebidas no llegaron a la mesa, y sería ideal contar con más actividades para los niños. Por otro lado, el acceso al puerto fue muy conveniente y el personal siempre fue amable y servicial.

Es un hotel encantador con un personal competente y amable, además de una bonita terraza para relajarse mientras disfrutas de las vistas, y una piscina al aire libre calentada para los días soleados.

El Zebra Lounge es el lugar perfecto para relajarse con un cóctel. Las sillas de rayas te hacen sentir como si estuvieras en una sabana con estilo, y el ambiente es tan acogedor que podría competir con una manta en invierno. Las vistas desde la habitación eran como un cuadro pintado, siempre cambiando con la luz del día. un espectáculo diario de la naturaleza.

Desayuno algo caótico